Las ciudades poco a poco buscan regresar a sus actividades normales. Sin embargo, muchas de las dinámicas no volverán a ser igual; el confinamiento, distanciamiento social, nuevas formas de consumo, etc. son actividades que marcaron nuestro día a día para integrarse y hacerse presentes en este “regreso a la normalidad”.

Estas son algunas dinámicas que han cambiado alrededor del mundo y sus ciudades más pobladas.

Trabajos esenciales

El coronavirus llegó como un rayo de luz para reconocer y aumentar los derechos y beneficios que los trabajadores de este sector merecen.

La evolución legislativa y económica será un cambio necesario consecuente del reconocimiento de la importancia de sectores  “olvidados”, que se han convertido en piezas indispensables para sobrevivir en esta pandemia.

Comida al “aire libre”

Los restaurantes deben “crecer” para mantener el mismo número de clientes e ingresos, al tiempo de cumplir con las normas de distanciamiento. La tendencia dicta que los espacios al aire libre: banquetas, estacionamientos y patios serán las soluciones más comunes para evitar contagios y regresar a la “nueva normalidad. Los restauranteros se enfrentarán a nuevos retos de logística como: clima, espacio, etc.

Guerra de ratas

La población de ratas se ha visto reducida, debido a la escasez de residuos alimenticios antes encontrados en centros comerciales o basureros en establecimientos.

Este fenómeno develó dos insights que podrían ayudar a las ciudades a controlar la población de ratas: pensar en una infraestructura para gestionar residuos y aumentar la seguridad para que las ratas no puedan acceder a residuos alimenticios.

Redefinir espacios

Los comercios pequeños han comenzado a adaptar sus instalaciones de lugares de experiencias y compras “insitu” a “centros de distribución” de productos que se ordenan vía remota, minimizando el contacto y aumentando la demanda de delivery. Para los centros comerciales mas grandes, estos sistemas permiten aumentar horarios de servicio y crear modelos de aperturas y entregas escalonadas.

Hiper localidad

La importancia de la vivienda habilitada para la vida diaria, y la precariedad de mantenerla, se ha convertido en una necesidad cada vez más evidente.

El cierre de escuelas y oficinas han incrementado mercado de equipo de oficina y acceso remoto, como internet de banda ancha. Esta brecha de capacidades digitales se puede convertir en el diferencial entre el desempeño de los empleados y el conocimiento adquirido por estudiantes. 

Cambiando la hora pico

Se ha vivido un descenso en el flujo de uso de transporte públicos y privados.

En la nueva normalidad se espera que en ciudades densas se mantenga la reducción gracias al home-office. Ciudades como Londres, Bogotá, Seattle o Berlín están incrementando el uso de vehículos no motorizados y de tránsito local por horarios para mantener distancia segura entre transeúntes.

Rediseño de las calles 

Salir a la calle es una de las actividades con mayor riesgo de contagio, por la gran densidad de población de las áreas urbanas. Alrededor del mundo se están tomando medidas para mantener la sana distancia.  Éstas van desde quitar carriles de automóviles para convertirlos en banquetas o carriles de bicicletas, para tener mayor espacio y reforzar el sentido de seguridad fuera del hogar.

Poco a poco las grandes ciudades planean regresar a sus actividades, pero la recuperación del coronavirus está cambiando las dinámicas.  ¿Qué dinámicas cambiaste y valen la pena preservar cuando se reactiven actividades?

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