Es importantísimo estar bien preparados antes de una entrevista de trabajo, conocer sobre la empresa a la cual estamos aplicando y estar consientes del tipo de preguntas que nos puedan hacer. Sin embargo, generalmente existen incongruencias entre lo que estamos diciendo y lo que el cuerpo está comunicando, por lo que debemos utilizar nuestros ademanes y gestos de manera correcta para no confundir al entrevistador. 

Muchos de los entrevistadores dan mayor peso a la comunicación no verbal que a la verbal. Por lo que a continuación les comparto cuatro recomendaciones para ser coherentes entre lo que decimos y lo que mostramos:

1. La postura corporal habla de tus sentimientos en ese momento. La inclinación hacia adelante puede transmitir un sentimiento de inseguridad y nerviosismo y hacia atrás la falta de interés. Debes encontrar una postura en la que te sientas cómodo, reparte el peso de todo tu cuerpo para evitar sentir cansancio durante la entrevista.
2. Los ademanes son los más difíciles de controlar. Es normal utilizarlos mientras hablamos pero debemos tomar en cuenta que si nos excedemos podemos distraer al entrevistador.
3. La mirada es evidencia de nerviosismo o seguridad. Si evades la mirada del entrevistador con facilidad notará tu inseguridad. Debes controlar tus ojos mostrando interés y respeto.
4. Por último, la sonrisa es otro elemento importante del lenguaje no verbal, ya que inspira confianza en el interlocutor. Tiene un efecto positivo y mejora las relaciones.

Tomando en cuenta las recomendaciones anteriores muestra tu mejor versión durante tu siguiente entrevista de trabajo, convirtiendo al lenguaje corporal en tu aliado. 

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